El previsible caso del Dr. Vargas y Mr. Llosa

Una literatura espléndida la del Dr. Vargas, de cabo a rabo, para no ponerse puntilloso cuando lo peor de Vargas es siempre mejor que lo mejor de muchos. Desde las Narraciones de El Jefe…(recuerdo especialmente “Día domingo”) hasta El sueño del Celta, demasiado criticado por razones extrañas a la calidad de su pluma…que sigue siendo buena cincuenta años después.

Lo de Mister Llosa es otra cosa, sobre todo esa modelación de ”Reader’s Digest” del tipo de “Desafìos de la libertad” con el que posicionó promediando los noventa lo que ya había delatado en los ochenta de diversas maneras.

Así como es sorprendente el engarce del relato del Dr. Vargas, es de ramplón y previsible el, digámosle ideario, de Mr. Llosa.

Tampoco debe ser bueno en el fútbol o en la cocina, uno tiende a imaginar.

Es cierto que para reaccionario y buena pluma nos quedamos con Borges, pero el Dr. Vargas es muy bueno, demasiado bueno como para dejarse llevar por la diatriba inconsistente de Mr. Llosa.

La derecha argentina quiere trasladar el prestigio literario del Dr. Vargas al valor político de la palabra de Mr. Llosa, y quizá lo esté logrando un poco por la inocencia y otro poco por la desorganización de los intelectuales del pueblo argentino que, quede claro, no son todos los intelectuales argentinos.

Tal vez, como muchos son parte del gobierno, deberían delegar los posicionamientos a quienes tengan las manos más libres. En ese sentido hay que actuar más como la derecha del mundo, que se abroquela, se une, se  unifica, para convertir sus pobrezas ideológicas en verdades universales.

De cualquier manera en este caso poco enojoso e inflado de la crítica a la invitación recibida para la apertura de la Feria del Libro hay alguna cosita que decir.

El problema que se le abre a los organizares de la feria del libro es que han invitado a la apertura a Vargas Llosa, es decir al Dr. Vargas y a Mr. Llosa. Y está claro que por la naturaleza del acto, no pueden ir los dos.

Tato Contissa, el miércoles, 2 de marzo de 2011 a la(s) 14:19 ·