La Hora de la Insidia

La muerte de Néstor Kirchner no ha mudado las desvergüenzas que buena parte de los líderes de oposición menearon durante los últimos dos años, solo las ha ocultado tras las pompas funerarias de los medios.

Algunos otros han agudizado la audacia al punto de hacer curiosas sugerencias fundadas en el presunto e inminente cambio de rumbo del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Desde la grosería del oportunismo hasta la más miserable de las especulaciones todo un amplio espectro de manifestaciones insidiosas plagan la hora del post mortem.

La presidenta se tiene que poner más amigable con los mercados ( Wall Strett Journal) bajar los decibeles de la confrontación y avenirse a mejores tratos con la Iglesia y el Campo (Rosendo Fraga), desprenderse del peligro sindical de Moyano ( C5N, progresismo no peronista, PO, La Nación) reequilibrar las relaciones con los EE UU en desmedro de la vinculación Chávez-Evo- Correa (C5N, La Nación, Ámbito ), virar en definitiva de manera drástica y por razones que se desconocen el rumbo político y económico del país.

En el interior del espacio oficialista (o hacia su interior para ser más preciso) algunos tramitan el certificado de nacimiento del Kirchnerismo como prolegómeno, imagino, a la certificación de defunción del peronismo (Véase la nota de Caballero en el Tiempo Argentino de este domingo) y al ingreso en el estado purgatorio de todos sus antecedentes gorilas.

Parece que la consagración del proyecto político del Kirchnerismo ( de un peronismo indiscutible hasta por los más necios) dada en la manifestación pública de los días 27, 28 y 29, no hubiese ocurrido.

La presidenta ya está en la Rosada y sabe, sin que nadie deba recordárselo, que la profundización de las transformaciones iniciadas en 2003 son de su propio cuño.

A las doce de esta noche, termina la hora de la insidia.

Un 17 para Cristina

 

Tato Contissa, el Domingo, 31 de octubre de 2010 a la(s) 22:07 ·